echo de menos estar en secundaria o en bachillerato y ponerme pesada en clase para que colgasemos alguna ramita en la puerta que hiciese la función de muérdago. (me recuerdo cantando muerdagooo muerdagooo muerda-muerda-muerdagooo) al final me salía con la mía por pesada, pero nunca nadie se besó debajo del muérdago, por lo menos que yo sepa o por lo menos que yo recuerde.