domenica 22 marzo 2009

sueñez

qué camas tan grandes.



ai...


qué noches más puras... ai bis.


estoy estúpidamente feliz y vuelvo a la sensación de que a mí no se me ha perdido nada en italia, con lo bien que se está viendo capis viejos de lost en el sofá, comiendo canelones calentados en el microondas y tapados con una manta.


la felicidad es un poco eso, un poco ir a bueu con graña conduciendo un montón de calimocho en la parte de atrás.

evaristo: qué grande.


nota: no se puede estar en coruña sin hacer trampas.