el GORDO DEL BUS como motivo literario. el gordo del bus tiene una voz aflautada que no le pega nada. pero de alguna forma, su voz humaniza tanta grasa y desagradabilidad. es como mezclar tul con cuero. o queso con nocilla.
coruña tiene algo intrínseco que me deprime un poco y me pone un poco más lúcida. echo de menos muchas cosas de aquí. muchas cosas de aquí me dan ganas de no volver jamás. no sabría decir qué es. las paredes que se me caen encima o ... las cazadoras de cuero de todas las niñas repetidas como un mantra o ... el hecho de que aquí tampoco estés, o tampoco quepas. como si fueras para mí a veces una talla 34 o una recepción real. algo que en algunas circunstacias está demasiado lejos y demasiado todo lo contrario a estar a la altura.
esta ciudad a veces es como que un tripi te siente un poco mal, pero en el nivel en el que aún no te agobias, sino que las cosas empiezan poco a poco a perder sus límites y nada tiene demasiado sentido. nada tiene demasiado sentido pero tampoco importa mucho.
23 años de media. crecemos. algunos tenemos hijos. algunos tenemos parejas estables. algunos estamos echando nuestra vida emocionalmente por la borda. algunos estamos echando nuestra vida psicotrópicamente por la borda.
algunos seguimos adelante.
me llamaron de relaciones internacionales para preguntar si había muerto sepultada en el terremoto. les agradecí su interés.
poco más hay. los trajes de tintoretto quedan mejor sin flores y con tacones. como casi todo.