ahora tengo en la cabeza otras cosas. no es que haya dejado de ser amorcéntrica. pero sí que he dejado de ser melancólica.
italia. la dolce vita.
me di cuenta pq hace un par de días me pasó una idiotez, una poetada estúpida. en otro momento habría escrito una entrada sobre lo que significaba o lo que podría dejar de significar que se desatara una pulsera de cuero. pero ahora lo que pienso es que tengo en la muñeca un globo naranja atado que la semana pasada me sirvió para colarme en el evento nazionale y estar con mis colegas y pasármelo genial y crear anécdotas y emborracharme un poco y reirme de lo mocas que iba a pablo y pedirle matrimonio a anita.
unas horas antes josep, rosel y yo nos habíamos casado en la catedral de palermo. la blasfemia por la blasfemia.
y así es como deben de ser las cosas. antes pensaba q me estaba traicionando a mí misma por evolucionar y seguir adelante. pero lo que me doy cuenta es que la traición era lo anterior.
esto es vivir.