te tengo tantas ganas que si ahora te tuviera delante no sabría si desgarrarte la piel y ponerla en un sandwich o si comerte directamente sin preparativos previos
(tengo ganas de escribirte poemas lúbricos y sentidos y empapados de semen, porque lo que de verdad quiero es devorarte los orgasmos y contarte los lunares con la lengua y dejarte sin conocimiento, tirado en la cama sin ser capaz ni de abrazarme. eso es lo que quiero esta noche, esta noche quiero que te rindas y que me digas: ya basta sariña, me vaciaste del todo
y que después de eso, me vacíes tú a mí hasta que tenga que pedirte perdón)