beh, no lo so, pero ahora me apetece hacer una entrada boba y feliz, pq estoy así, boba y feliz, pq este momento es tan alegre como la carrera de hoy hasta la estación de tren porque eran las 21:52 y tú llegabas a las 21:53 o como la vez que rosel y yo tiramos un paraguas al río arno, que se parece mucho a arzo, pensando que un paraguas encontrado en una plaza debía morir dignamente en un parque, no podía entrar en el ciclo innoble del tacho de basura o del cordón de la vereda; entonces yo lo arrollé lo mejor posible, lo llevamos hasta lo alto del parque, cerca del puentecito sobre el ferrocarril, y desde allá lo tiré con todas mis fuerzas al fondo de la barranca de césped mojado mientras vos proferías un grito donde vagamente creí reconocer una imprecación de walkiria, y yo ya sabía también en ese momento que lo que estábamos haciendo en florencia iba a ser mucho más bonito cuanto más tiempo pasara, exactamente igual que la carrera de hoy hasta la estación de tren, cruzando el puente que nunca dejará de ser el pont des arts y con la sonrisa cayéndoseme hasta el suelo y elevándome elevándome hasta verte, pequeño duendecillo vestido de verte y cuántos besos después, cuántos besos, qué bien que estés, qué bien, que ahora mismo no puede haber nada más en el mundo que tu sonrisa en la estación al verme, nada más en el mundo ni antes ni después.
