extracto del último informe de lectura de sociolingüística I a raíz del tema "alternancia lingüística y mezcla de códigos"
El año pasado estuve de Erasmus en Italia. El tema de la alternancia me ha recordado, y mucho, a la manera de expresarnos que teníamos entre nosotros los españoles, especialmente en los últimos meses, cuando nuestro dominio del idioma era más competente. Evidentemente, cuando estábamos con italianos nos expresábamos –por lo menos la mayor parte del tiempo- en italiano, pero incluso cuando solamente había españoles en las conversaciones (y por lo tanto, el uso del italiano era innecesario), seguíamos recurriendo a simpáticas alternancias con un propósito que, sinceramente, no sería capaz de precisar. Producíamos enunciados mezclando las dos lenguas de los que he rescatado algunos ejemplos, que antes me parecían solamente graciosos o emocionalmente relevantes, pero que a la luz de esta lectura encuentro bastante interesantes, por ejemplo, “voy a prelievar” para “voy a sacar dinero (it. prelievare), “fermati de beber” para “deja de beber” (it. fermare), “como no dejéis de urlar me ne vado” para “como no dejéis de gritar me voy” (it. urlare, me ne vado) “da muchísimo esquifo” para “da muchísimo asco” (it. schifo). “oye, hemos quedado en quince minutos y estoy sin duchar, lo siento pero no te la fachio” para “oye, hemos quedado en quince minutos y estoy sin duchar, lo siento pero no voy a ser capaz (de llegar a tiempo)” (it. non c’è la faccio), “ya he terminado el pastel, asaya” para “ya he terminado el pastel, pruébalo” (it. assaggiare) o “¿tienes un axendino?” para “¿tienes un mechero?” (it. ascendino)