lunedì 26 luglio 2010

la verdad es que anoche cuando llegue a casa de lo único que tenía ganas era de coger un taxi, un coche, un avión, cualquier cosa y llegar hasta jubia, abrir la puerta subir escaleras y escaleras y meterme contigo en la cama mientras dormías, abrazarte igual que la noche anterior y escuchar, no sé, mogwai o godspeed, que van tan guay para las resacas de lsd. en resumen, abrazarte y no decir nada y dejar que las cosas vayan pasando. no sé si esto es un grito de socorro o una manera de intentar aclararlo todo. no sé muchas cosas hoy por hoy. pero la verdad es esa: anoche lo único que quería era meterme contigo en la cama y a lo mejor llorar despacito. a lo mejor.