una de tus acciones estúpidas favoritas siempre ha sido
abrir el paquete de tabaco
hasta cuando eras pequeña
tipo doce años
gorda
mallas amarillo fosforito
bajabas al bar de la esquina a comprarle a tu padre
gordo
con barba
copa de whiskey en la mano
un paquete de ducados
y volvías a casa y por el camino
calle arriba
urbanizaciones de nuevos burgueses pretenciosos que tenían
pescaderías o
joyerías o
floristerías o
varios pisos en majadahonda o
amantes como peces enjoyados
lo abrias
el plástico deslizándose despacio y suave
el giro de los dedos, un breve pellizco sobre el albal
deshacerse de todo
en el suelo
y el miedo
"¿para qué tienes tú
que abrirme nada?"
pero igual lo abrías
a lo mejor sacabas uno para mirarlo y cogerlo entre los dedos
te fascinaba la forma perfecta de presión
las lineas finas
las letras de la marca como grabadas a fuego azul
a lo mejor no sacabas nada
pero siempre lo abrías
como años más tarde abrirías
botellas de ron o
braguetas
o bolsitas con gramos de
farlopaspeedextasismarihuanahongosalucinógenossalviadivunorumprozactripis
o escrotos o
flores de saliva en la espalda de cualquiera.
entonces no sabías nada de estas cosas.
así que subías a darle el tabaco a tu padre
un beso
un abrazo
un nada
y bajabas a tu piscina de pequeño proyecto de nueva burguesa
con tus problemas de tengodoceañosestoygorda
megustaunchico
te estuvieron gustando los chicos desde los tres hasta los trece años.
a partir de los trece aprendiste a sacar cosas de ellos
sexoalcoholtabacoautoestimafarlopa
a los diecinueve empezaste a amarlos
y todo dejó de ser tan jodida y fácilmente sórdido