diez minutes to go y madre mía en la vida estuve más en la parra, entre la medio resaca y la falta de sueño estoy a punto de salir y me doy cuenta de que aún no me he puesto la falda, me tomo las tostadas a palo seco según salen sel hornillo, me doy cuenta de que no tengo casi camisetas, que no sé dónde esta la tarjeta de crédito (y o está seguro en el bolsillo de la chupa, con lo cual todo es fantástico y lleno de color, o no está en el bolsillo de la chupa, con lo que todo es muerte, destrucción y no poder salir de mi casa hoy pq no tengo un jodido euro. bueno, un jodido euro sí, los veinte que me cuesta el eurostar no.)
diez minutes to go y estoy histérica como yo sola y a la vez no rindo con nada pq juraría que la maleta pesaba ayer catorce kilos pero vete tú a saber, lo que más me pesa son los libros
(los libros que al final no te has leído sufren una derrota inconcebible al sentido humano, y así van, dentro de la maleta, abrazados los unos a los otros y rasgándose sus páginas célibes y entregadas a la nada)
bleble estoy en modo artistilla gilipollas, como siempre, la verdad, a qué engañarnos, pero el cierre de hoy lo quiero en la tete de la ciudad vieja o en algún sitio así.
vamos, echémonos a la calle a coger minimetros, trenes, metros, buses, aviones, etc. yup lala.